miércoles, 20 de julio de 2011

Papá Yo quiero ser como tú



Hermoso video, para hacernos reflexionar sobre el tiempo que dedicamos a nuestros hijos

Leyenda China




Hace mucho tiempo, una joven llamada Lili se casó y fue a vivir con el marido y la suegra. Después de algunos días, no se entendía con ella. Sus personalidades eran muy diferentes y Lili fue irritándose con los hábitos de la suegra, que frecuentemente la criticaba. Los meses pasaron y Lili y su suegra cada vez discutían más y peleaban.

De acuerdo con una antigua tradición china, la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerla en todo. Lili, no soportando más vivir con la suegra, decidió tomar una decisión y visitar a un amigo de su padre. Después de oírla, el tomó un paquete de hierbas y le dijo: ‘No deberás usarlas de una sola vez para liberarte de tu suegra, porque ello causaría sospechas. No discutas, ayúdala a resolver sus problemas. Recuerda, tienes que escucharme y seguir todas mis instrucciones. “Lili respondió: Si, Sr. Huang, haré todo lo que el señor me pida.

Lili quedó muy contenta, agradeció al Sr. Huang, y volvió muy apurada para comenzar el proyecto de asesinar a su suegra.

Pasaron las semanas y cada dos días, Lili servía una comida especialmente tratada para su suegra. Siempre recordaba lo que el Sr. Huang le había recomendado sobre evitar sospechas, y así controló su temperamento, obedecía a la suegra y la trataba como si fuese su propia madre. Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada. Lili había controlado su temperamento y casi nunca la aborrecía.

En esos meses, no había tenido ni una discusión con su suegra, que ahora parecía mucho más amable y más fácil de lidiar con ella. Las actitudes de la suegra también cambiaron y ambas pasaron a tratarse como madre e hija.

Un día Lili fue nuevamente en procura del Sr. Huang, para pedirle ayuda y le dijo: Querido Sr. Huang, por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra. Ella se ha transformado en una mujer agradable y la amo como si fuese mi madre. No quiero que ella muera por causa del veneno que le di.

El Sr. Huang sonrió y señalo con la cabeza: ‘Lili no tienes por que preocuparte. Tu suegra no ha cambiado, la que cambió fuiste tú. Las hierbas que le di, eran vitaminas para mejorar su salud. El veneno estaba en su mente, en su actitud, pero fue echado fuera y sustituido por el amor que pasaste a darle a ella’.

En China existe un adagio que dice: ‘La persona que ama a los otros, también será amada’.

La mayor parte de las veces recibiremos de las otras personas lo que les damos y por eso ten cuidado. Acuérdate siempre: ‘El plantar es opcional, pero la cosecha es obligatoria’, por eso ten cuidado con lo que plantas.

Algo no Anda Bien




Yo tenía 16 años y estaba viviendo con mis
padres en el instituto que mi abuelo había
fundado a 18 millas en las afueras de la
ciudad de Durban, en Sudáfrica, en medio
de plantaciones de azúcar.
Estábamos bien adentro del país y no
teníamos vecinos, así que a mis dos hermanas
y a mi siempre nos entusiasmaba el poder ir
a la ciudad a visitar amigos o ir al cine.


Un día mi padre me pidó que le llevara a la
ciudad para atender una conferencia que
duraba el día entero y yo salté a la
oportunidad.
Como iba a la ciudad, mi madre me dio una
lista de cosas del supermercado que
necesitaba y, como iba a pasar todo el día
en la ciudad, mi padre me pidió que me
hiciera cargo de algunas cosas pendientes
como llevar el auto al taller.
Cuando despedí a mi padre el me dijo:
"Nos vemos aquí a las 5 p.m. para irnos
a casa".


Después de muy rápidamente completar todos
los encargos, me fui hasta el cine
más cercano. Me enfoqué tanto con una
película de John Wayne que me olvidé del
tiempo. Eran las 5:30 p. m. cuando me acordé.
Corrí al taller, conseguí el auto y me
apuré hasta donde mi padre me estaba
esperando. Eran casi las 6 p. m.
El me preguntó con ansiedad: "¿Por qué
llegas tarde?" Me sentía mal por eso y no
le podía decir que estaba viendo una película
de John Wayne; entonces le dije que el auto
no estaba listo y tuve que esperar... esto
lo dije sin saber que mi padre ya había
llamado al taller.


Cuando se dio cuenta que había mentido, me
dijo: "Algo no anda bien en la manera que te
he criado que no te ha dado la confianza de
decirme la verdad. Voy a reflexionar qué es lo
que hice mal contigo. Voy a caminar las 18
millas a la casa y pensar sobre esto".


Así que vestido con su traje y sus zapatos
elegantes, empezó a caminar hasta la casa por
caminos de terracería, sin iluminación.
No lo podía dejar solo... así que yo manejé 5
horas y media detrás de él... viendo a mi
padre sufrir la agonía de una mentira
estúpida que yo había dicho.
Decidí desde ahí que nunca más iba a mentir.

DR. ARUN GANDHI

Cuando algo no va bien en nuestros hijos, debemos
hacernos siempre esta pregunta como padres:
¿Que errores estamos cometiendo?